viernes, 30 de enero de 2009

Teléfono Rojo, ¿volamos hacia Moscú?

MICROFICHA:

DIRECTOR: Stanley Kubrick.
INTÉRPRETES: Peter Sellers, Sterling Hayden, Slim Pickens, Keenan Wynn, James Earl Jones, Peter Bull, Tracy Reed, George C. Scott.
MÚSICA: Banda sonora original de Laurie Johnson.
IDIOMA ORIGINAL: Inglés (americano).
GUIÓN: Peter George, Stanley Kubrick, Terry Southern.

FECHA DE PRESENTACIÓN: 29 de enero de 1964.
DURACIÓN: 94 minutos.

BASADA EN LA NOVELA "RED ALERT" DE PETER GEORGE.

Stanley Kubrick nunca fue acusado de ser un director mainstream, sino más bien todo lo contrario; sus películas no eran simplemente "comerciales", sino tremendamente elaboradas, preparadas para ser vistas por personas inteligentes y con sentido crítico. Cuando Kubrick filmó y presentó La Naranja Mecánica, nadie pudo quedarse frío ante semejante obra maestra (por uno u otro motivo, y con muy diversas opiniones, la verdad es que nadie se puede quedar callado ni siquiera hoy en día).

Sin embargo, si Stanley Kubrick tiene una obra de denuncia rabiosa, mordaz y completamente desternillante a un tiempo que dramática sobre la naturaleza beligerante de la Humanidad (y, sobre todo, de los dos bandos de la Guerra Fría), esa es Teléfono Rojo, ¿volamos hacia Moscú?

El título original no es ese, en realidad; titulada en el idioma original "Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb" (algo así como "Dr. Strangelove o: De Cómo Aprendí a Despreocuparme Y Amar A La Bomba"), la película, que muchos consideran el culmen de la crítica a la guerra nuclear y a la absurda doctrina de la Destrucción Mutua Asegurada, se desarrolla en una situación hipotética durante la Guerra Fría. En mitad de este estado de tensión entre rusos y norteamericanos se ha empezado a desarrollar algo parecido a un acercamiento entre sus líderes políticos, el premier soviético Kisov y el presidente estadounidense Merklin Muffley (Peter Sellers).

"The fools... the mad fools..." En este mundo en tensión, el General de las Fuerzas Aéreas Jack D. Ripper (Sterling Hayden), comandante de la Base Aérea de Bulperson, da la orden a sus bombarderos de lanzar el Plan de Ataque R. Este plan, pensado como respuesta a un ataque soviético por sorpresa a los centros de poder y gobierno estadounidenses, establece que los bombarderos, armados (cada uno de ellos) con cincuenta megatones en bombas atómicas, atacarán a una serie de objetivos en el interior de Rusia desde sus puntos de espera, a dos horas de cada uno de esos objetivos. El ala de bombarderos 384, de acuerdo con el plan, codifica todas sus transmisiones, de manera que sólo Ripper puede retenerles. Sin embargo, al advertir a los soviéticos del terrible entuerto, Muffley es informado de la existencia de un Arma Definitiva soviética que destruirá toda forma de vida en la Tierra como respuesta automatizada a cualquier ataque nuclear sobre la URSS, y que no puede ser desactivada. Una forma de disuasión perfecta, de no ser, claro está, que el enemigo no sea consciente de ella. Y Ripper no es consciente de ella.

Este es el principio fundamental de una película en la que prácticamente sólo encontramos tres escenarios. Puede decirse que la trama gira en torno a la Sala de Guerra del Pentágono (en la que los miembros del Estado Mayor norteamericano y los miembros más importantes del gobierno estadounidense van perdiendo los nervios progresivamente), el bombardero B52 pilotado por el Mayor T.J. "King" Kong (Slim Pickens) y el despacho del General Ripper. Es un filme que critica la paranoia, la hipocresía, la escasa moralidad de un enfrentamiento teórico entre superpotencias, la insensatez de los militares y la torpeza de los políticos, pero sobre todo, que revela lo absurdo del uso militar de la energía nuclear. Porque, cuando se trata de una guerra en la que los dos bandos se van a exterminar mutuamente gracias a la combinación de ataque y represalia nuclear, ¿qué sentido tiene la guerra?


"... but no more than twenty million people killed! Tops! And depending on the breaks!" Para ser una película rodada en 1964, Kubrick ya se demuestra aficionado a los efectos especiales (dentro de las limitaciones de la época), y no se corta un pelo a la hora de hacer bromas indudablemente hirientes y malintencionadas a costa de los políticos, los militares y los más que cuestionables principios de ambas partes. No se trata sólo de la desaparición completa de la moralidad del General Turgidson (George C. Scott) cuando se sabe que ha empezado un ataque nuclear por orden de un único oficial de alta graduación que se ha vuelto loco, ya que recomienda lanzar un ataque total para masacrar completamente a los soviéticos sin que puedan responder, sino de la seriedad con la que los miembros del gobierno estadounidense sopesan las propuestas del Dr. Strangelove (también interpretado por Sellers), un superviviente del régimen Nazi y prototipo del "científico loco" como consejero de investigación y desarrollo de nuevas armas; como cabe esperar de este personaje desde el primer momento, nada de lo que dice o propone está dentro de los límites de la cordura, pero le toman en serio.

Hay ciertas marcas características de esta película, ciertas escenas y atisbos de imágenes que llaman más la atención que cualquier otra cosa en la misma. Por ejemplo, cuando se enfoca a Turgidson durante los primeros minutos de la reunión en la Sala de Guerra, aparece en el encuadre el lomo de un archivo titulado "World Targets In Megadeaths" (Objetivos Mundiales En Millones De Muertes), lo que da una idea del nivel al que trabajan ya los norteamericanos. Por otro lado, el propio Turgidson, que hace su debut en la película en una escena levemente tórrida (y definitivamente íntima) con su secretaria, pasa de dejarla esperando en la cama a acusar al premier soviético de ser un "ateo degenerado" por ir a encontrarse con una querida, y, finalmente, a mirar con interés la posible poligamia que habría que afrontar de cumplirse la amenaza soviética del Arma Definitiva para recuperar la población mundial desde refugios subterráneos. La hipocresía de los personajes es patente a muchos niveles, en varios asuntos y por varios motivos, .

"A fella could have a good weekend in Vegas with all that stuff..." Dr. Strangelove está plagada, también, de estúpidos manierismos y pequeños gags. El Mayor Kong, por ejemplo, se quita su casco y se pone un sombrero de vaquero cuando reciben sus órdenes; mientras que Turgidson no puede parar de comer sus chicles (hasta que se le acaban), Mandrake se dedica a juguetear con el envoltorio hasta dejarlo completamente liso; Ripper guarda una ametralladora pesada en su bolsa de palos de golf (con la correspondiente ristra de balas); el nombre completo del general, de hecho, es "Jack D. Ripper" (Jack "The" Ripper, o Jack el destripador, fue uno de los más peligrosos y infames asesinos en serie de toda la historia de Inglaterra); así, sucesivamente, los golpes de humor que Kubrick siembra a lo largo y ancho de la película van refrescando el ambiente cada vez más asfixiante de la funesta certeza que es la guerra nuclear, empleando para ello los desternillantes detalles de cada personaje.

Por supuesto, el guión es una pequeña joya, aunque, para ser sinceros, ni yo mismo aguanto ciertos diálogos técnicos de la película a bordo del B-52 del Mayor Kong, pero supongo que el guión debía demostrar una cierta verosimilitud y profesionalidad en la conducta de los pilotos. Especialmente impagables son ciertas escenas de la Sala de Guerra; recomiendo, por otro lado, que consigáis la versión original de la película; la versión doblada al español no está mal, pero la traducción es infame.

La banda sonora, por otro lado, es un vacío: sólo aparecen melodías al principio y al final de la película (sobre todo, las escenas del final del filme son profundas, a su manera; si podéis, haceros con la letra de la canción que suena con ellas, We'll Meet Again, de Vera Lynn, antes de escucharla). Ahora bien, si lo que buscáis es música, siempre que aparezca el B-52 de Kong (un avión llamado Colonia del Leproso, por cierto) sonará bien alta una melodía militar conocida por todos. Posiblemente otro gag, referencia a la estrechez de miras de quienes lo pilotan, que sólo saben que tienen que cumplir su misión, no importa lo que ocurra.

"Two can play that game, soldier! (...) Nice shooting, soldier!" Sin embargo, lo más curioso de "Teléfono rojo..." es que, sin ser realmente "sexual" está llena de símbolos fálicos y referencias escasamente veladas al sexo. Ripper se percató del plan ruso para conquistar el mundo durante el "acto físico del amor". Tanto Turgidson como el premier Kisov tienen affaires extraoficiales que atienden durante la película. Si bien según ciertos críticos de cine las dificultades técnicas del B-52 para lanzar la Bomba se pueden equiparar a las dificultades de Ripper durante el acto sexual, no termino de sentirme convencido al respecto, pero es indudable la analogía . Y, así, sucesivamente; los nombres de Stragelove, Merklin Mufflin, Mandrake y Kisov son de naturaleza al menos levemente sexual o relacionada con el sexo, al principio de la película aparece una escena de respostaje en el aire entre dos aviones norteamericanos que recuerda poderosamente a la cópula... etc.

Kubrick dirigió Teléfono Rojo, ¿volamos hacia Moscú? teniendo en mente una serie de objetivos. Tenía que ser más o menos fiel a Red Alert, la novela de la que extrajo sus ideas, y al mismo tiempo decidió que quería convertirla en una sátira que apuntara directamente a norteamericanos y rusos. Sin embargo, un hecho poco conocido es que sus actores trabajaron en unas circunstancias algo "especiales"; George C. Scott, por ejemplo, fue engañado (no hay otra palabra más exacta) por el director para que sobreactuara ciertas escenas, haciendo que Turgidson quedara reflejado como una personalidad altamente inestable. Sellers, que demuestra su extraordinaria maestría en la caracterización de tres personajes diferentes en esta película (el Dr. Stragelove, el presidente Mufflin y el capitán Mandrake) iba a realizar, en realidad, cuatro papeles (además de los tres que realizó, el del Mayor Kong), pero debido a un accidente que le sacó del rodaje en el peor momento, Pickens fue escogido en su lugar. Y suma y sigue.

Por supuesto, todo ello, sazonado con el genio indiscutible del gran Stanley Kubrick, da como resultado una comedia ácida, divertidísima y sugerente, que no puede dejar indiferencia sin necesidad de grandes despilfarros o de recursos facilones. Es, en definitiva, uno de los clásicos, una de las grandes obras maestras que no puedes dejar de ver.

"Gentlemen, you cannot fight in here! This is the War Room!" En todo caso, y a pesar de los posibles claroscuros en los que la película pudiera verse inmiscuida, es indiscutible que es una de las grandes obras del cine de crítica y de la comedia de todos los tiempos.

VEREDICTO: Divertida, mordaz, sutil y directa, todo a la vez... es una lástima que la historia que relata sea posible, porque, de lo contrario, podríamos reirnos sin necesidad de pensárnoslo mucho. Un problema clave: ciertas escenas son un poco exasperantes por la lentitud del guión, aunque podría ser la voluntad del propio director; dicho sea de paso que la traducción al español es insoportablemente mala. Un punto fuerte clave: Humor, militares y políticos durante una crisis de la guerra fría... sí, ¿por qué no? Resumen: Desde la impotencia hasta las utilidades del Cobalto-Torio G, esta película se puede disfrutar, estudiar y repasar un centenar de veces... y te seguirá haciendo gracia. Una obra maestra de ayer, hoy y siempre.

martes, 27 de enero de 2009

Diamantes de Sangre

FICHA TÉCNICA:
NOMBRE: Diamantes de Sangre (Blood Diamond).
DIRECTOR: Edward Zwick.
REPARTO: Leonardo DiCaprio, Jennifer Connelly, Djimon Hounsou, Michael Sheen, Arnold Bolso.
PAÍS DE PROCEDENCIA: EEUU.
AÑO: 2007.
DURACIÓN: 143 minutos.

SINOPSIS:
Tres personajes, el contrabandista Danny Archer, el pescador Solomon Vandy y la periodista Maddie Bowen, se ven envueltos en la búsqueda de un gran diamante que vale una fortuna y todos los entramados de la venta ilegal de esta valiosa materia prima de diferente manera.


INTRODUCCIÓN:

El contexto histórico en el que se desarrolla la trama del largometraje está enmarcado por el caos y la guerra civil que vivió Sierra Leona en la década de los años 90. En esa época, las luchas del gobierno y las fuerzas revolucionarias se subvencionaban con la venta ilegal de los llamados diamantes de sangre- de un color rojizo característico. Gente como el arquetipo de contrabandista que representa Danny Archer se encargan de eludir los controles que se impusieron al país en conflicto y hacerlos llegar en el anonimato de su procedencia al mercado mundial del diamante. En todo este conflicto civil en el que la explotación de los diamantes juega un papel esencial para cada uno de los dos contendientes, también se presenta el trágico resultado en la sociedad a través de los niños soldado, jóvenes arrebatados de sus familias para ser convertidos en máquinas de matar al servicio de los propósitos revolucionarios
.

EL CONTRABANDO Y SUS PROTAGONISTAS
En un impresionante despliegue de carisma interpretativa, Leonardo DiCaprio se pone en la piel de un exmercenario de Zimbabwe con su característico, ¿ah?, ¿ya? como una especie de deje de mezcolanza lingüística, es cruel y egoísta por la condición en la que le han enseñado que todo el mundo lo es. A esto se contrapone Solomon Vandy, el pescador al que todo el mundo pisotea y que continúa siendo inocente y ajeno a todo el batiburrillo de traiciones que conforma la vida del contrabandista. Djimon Hounsou tiene esa especie de expresión anonadada, honrada, no humillada pero sí sorprendida y asustada que lo hace el personaje más cercano de la película. Como si fuéramos uno más de los que no saben ni lo que está pasando y nos dejamos llevar por el instinto de supervivencia y la unión familiar. La periodista forma parte del mundo comprometido e incorrupto que bien debe de estar en algún ministerio de la vivienda (esto ya no es de la película). Sufre, grita, se desespera y ama (a DiCaprio, por supuesto), aunque esto último no lo llegue a decir. Otras víctimas de
l contrabando serían los conocidos niños soldado, arrancados de los brazos de sus familias, hijos como el de Solomon Vandy, incorporados a la maquinaria de guerra, inexpresivos y sin ningún tipo de sentimiento que no sea odio en su corazón.

EL PERIODISMO EN DIAMANTES DE SANGRE
El periodismo en el film está presentado en una corresponsal desempeñada por Maddie Bowen y la multitud de periodistas que la acompañan cubriendo la información sobre el conflicto civil. La dureza de las actividades periodísticas propia de un contexto semejante se hace patente a lo largo de gran parte de la película. Los disparos pasan cerca de los periodistas, golpean tras sus pasos, son perseguidos y en otros casos muertos. El problema de un corresponsal estriba en el riesgo que corre su integridad física en el cumplimiento de su trabajo como periodista, pero no es ésa la labor que caracteriza a un profesional de la comunicación, pues también se arriesgan los civiles y los soldados. A la hora de distinguirlos de los demás, la película recae en la relación de la labor del periodista con las preguntas. De hecho, durante una secuencia del film Archer le pregunta a Vandy si no será periodista a causa de que lo interrogara demasiado. La periodista Bowen también pregunta, toma los datos y fotografía las imágenes que va a necesitar para su trabajo, y lo hace de forma incansable y ante todo tipo de circunstancias. El paradigma del periodista.
La labor informativa entonces estaría representada por las ansias de saber, de averiguar para dar a conocer, pues no tan sólo están los hechos que se pueden ver, tocar, sentir. La realidad es que muere gente en la calle, el número de cadáveres, la cantidad de los ataques a los núcleos de población, pero también que alguien está financiando la guerra, y eso Bowen lo sabe. Se plantea entonces cuál es la labor correcta y a la que está destinado realmente un corresponsal. Ella quiere hablar de el esqueleto que mueve la situación desde la sombra, lo que verdaderamente es importante y condiciona todo lo que tiene que ver con la guerra civil. La periodista se refiere a la historia del reencuentro con su familia del pescador africano Solomon Vandy que ella mismo propicia como una exposición enternecedora más que como mucho logrará llegar a las emociones de alguno de los pocos que se pudieran sentir atraídos por una historia tantas veces repetida en tantos diferentes escenarios. Lo que es diferente es lo que atañe a la gente y, por ende, importa. La importancia forma parte de la definición de noticia.
Finalmente, Bowen escribe su reportaje, se publica en una revista “sensacionalista” según los implicados en la compra de diamantes. Su historia llega a buen puerto, se publican las oscuras labores de esos que pretenden perpetuar su poderío económico y su capacidad de control global. Pero quizá no acaben todos los casos como éste. ¿Cabría preguntarse cuántas realidades importantes esperan en el tintero a la espera de una base documental que las convierta en noticia?

ARQUETIPOS EN EL FILM
Los personajes son al fin y al cabo representaciones paradigmáticas de la realidad, al puro estilo neoclásico. El único que tiene una profundidad cambiante, supongo que a causa del efecto del sentimiento amoroso correspondido, es Archer- lo que le lanzó a la nominación a la estatuilla. Sin embargo, el film tiene una gran cantidad de estas formas planas de representación, como el malvado malo maloso y la periodista, que es buena y desprendida hasta decir basta. También están las situaciones típicamente americanas como DiCaprio corriendo entre un mar de disparos de helicóptero y metralleta, aunque son muy curiosos los climax sentimentales de la película y llegan con facilidad al público. Al menos yo mismo sentí la maravillosa vista que podría ver Archer al final de la película, y eso, amigos míos, no se consigue con la repetición de esquemas trillados. Excelente resultado, aunque quizá lo habría acortado.

miércoles, 21 de enero de 2009

La Comedia Nueva

FICHA TÉCNICA:

TÍTULO: La Comedia Nueva.

AUTOR: Leandro Fernández de Moratín.

PRIMERA REPRESENTACIÓN: 1792.

CIUDAD: Madrid.

GÉNERO: Teatro. Comedia neoclásica.


RESUMEN:

La comedia nueva o el café trata de las conversaciones que se producen en un típico café madrileño cercano a un teatro sobre temas que giran en torno a la nueva creación de una comedia “intitulada como el gran cerco de Viena”. Toda la acción trascurre en el café y va desde las cuatro a las seis de la tarde.

INTRODUCCIÓN:

Antes de pasar al análisis más meticuloso con el contenido de la obra cabe pincelar el contexto histórico en el que esta obra fue escrita. El siglo XVIII fue un siglo de las nuevas luces que perfilaban los nuevos grandes pensadores: ilustrados y amigos de la ciencia y el conocimiento. Pero la totalidad de España no eran Floridablanca, Jovellanos y Cadalso. La sociedad dieciochesca estaba sumida en la oscuridad de la ignorancia y el analfabetismo. Los más eran simples parlanchines, “pedantes erizados, locuaces, presumidos de saberlo todo”. Mucha de esta gente perdura todavía hoy en la sociedad española. Es una marca de estilo castiza aquél que habla siempre y sin saber, los enterados del pueblo y la ciudad.

En este contexto, el teatro se alzaba como el máximo medio de comunicación con el pueblo. Sin embargo, su potencial se entregaba en manos de aquellos que enredaban con sus palabras; con difíciles argumentos mil veces hilados sobre sí mismos liaban al público, le mostraban con fanfarria inimaginable, soldados y ejércitos que se alzaban estruendosos. A lo sumo se llegaba a atrapar al público en lo intrépido y acelerado de la acción y se entretenía al vulgo. Nada más.

Este teatro barroco, algo caricaturizado en La Comedia Nueva, chocaba con el ideal de una forma de entender la representación dramática mucho más sencilla, de alcance universal y fines didácticos e ilustrativos. Ésta otra sería la comedia neoclásica y en esta clave escribe Leandro Fernández de Moratín el teatro al que nos referimos.


LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN:

El autor es un ilustrado. En su obra habla incluso del Gobierno español como “un Gobierno ilustrado como el nuestro, que sabe cuánto interesan a una nación los progresos de la literatura, no dejará sin premio a cualquiera hombre de talento que sobresalga en un género tan difícil” (Don Pedro). Sus ideas contrastan fuertemente con las de los autores barrocos y eso está muy presente en la temática de la historia. El universalismo al que aspira con la literatura queda reflejado en la sencillez y la meridiana claridad del lenguaje que utiliza. Desea que llegue su mensaje al público, hilar los personajes en torno a ellos.


EL TEATRO COMO METATEATRO

Quizá lo más interesante de esta obra es la creación de teatro en el mismo teatro, un género novedoso y con muchas posibilidades argumentales. Ya Don Eleuterio en el primer acto está construyendo la tonadilla a su función: DON ELEUTERIO: “(...) Ocho o diez versos de introducción, diciendo que callen y atiendan, y chitito. Después unas cuantas coplillas del mercader que hurta, el peluquero que lleva papeles, la niña que está opilada, el cadete que se baldó en el portal; cuatro equivoquillos, etc., y luego se concluye con seguidillas de la tempestad, el canario, la pastorcilla y el arroyito. La música ya se sabe cuál ha de ser: la que se pone en todas; se añade o se quita un par de gorgoritos, y estamos al cabo de la calle”. Don Hermógenes también indica de una forma peculiar, cómo se realiza según su parecer, una comedia, y cito el momento en el que le preguntan su opinión sobre la comedia El Cerco de Viena: “DON HERMÓGENES: Sí diré; pero antes de todo conviene saber que el poema dramático admite dos géneros de fábula. Sunt autem fabulae, aliae simplices, afiae implexae. Es doctrina de Aristóteles. Pero le diré en griego para mayor claridad. Eisi de ton mython oi men aploi oi de peplegmenoi. Cai gar ai praxeis...[...] Cai gar ai praxeis on mimeseis oi...[…] ...mythoi eisin ipar ousin...

De este modo, Leandro hace teatro haciendo teatro dentro de él. Construye y destruye la voluptuosidad barroca con el fin de destacar el contraste con “La nueva comedia”. De hecho, hay un momento recogido en la introducción, en el que Don Eleuterio exclama en el segundo acto: “DON ELEUTERIO: ¡Picarones! ¿Cuándo han visto ellos comedia mejor?”. En su representación en 1792 esta frase fue aplaudida por el patio del público por lo equívoco de su referencia y la propia situación en la que se estrenó. Mucha gente quiso boicotear el teatro, tal como se habla en la misma obra de los abucheos pagados que mueven al resto de gente; un acto que destroza la obra y la aleja para siempre de los tablados donde se representa. Cabe destacar que la misma Doña Mariquita tiene miedo de que un boicot pueda echar al traste la obra de Don Eleuterio, tal como ha pasado con tantas otras. Una obra en la que ha depositado tantas esperanzas de futuro.


LA CRÍTICA DE LA SOCIEDAD

Para llevar a cabo este análisis crítico en La Comedia nueva, Leandro Fernández de Moratín usa arquetipos genéricos de proyección universal. Como ilustrado, aplica sus formas de conocimiento racional a los esquemas sociales de una forma sencilla y claramente identificable. De este modo, no existen por sí mismos Don Hermógenes, Don Pedro, Don Antonio y Don Eleuterio; pero sí sus aproximados reflejos en la realidad. Esta razón es por la cual sufrió cinco censuras tras las cuales se descubrió que no se trataba de un “libelo difamatorio”, sino “una comedia escrita con arte, capaz de producir efectos muy útiles en la reforma del teatro”.

Don Eleuterio “es el compendio de todos los malos poetas dramáticos que escribían en aquella época, y la comedia de que se le supone autor, un monstruo imaginario, compuesto de todas las extravagancias que se representaban entonces en los teatros de Madrid”. Don Hermógenes el pedante sabelotodo, además de malvado y pérfido, tan extendido en la raigambre cultural española de entonces y ahora. Éste último sería el crítico ilustrado que quiere hacer primar la razón sobre el burdo y vacío entretenimiento de la turba del vulgo. A don Antonio, aunque es un hombre ilustrado, es el arquetipo del hombre que lleva con desenfado sus días y al que no le interesan o le afectan las creaciones literarias; Doña Agustina una típica adoradora de sabios farsantes, marisabidilla; Doña Mariquita una pobre chica que busca colocarse en unos tiempos difíciles para una familia grande y hambrienta, algo muy común en la España del XVIII. Pipí sería la más clara representación del pueblo llano en una sola persona; alguien que busca entretenerse de la vida rutinaria que lleva en el café como camarero.


FINALIDAD DIDÁCTICA-MORALISTA

La presentación de los personajes, el desarrollo del argumento hasta el estreno y el fracaso estrepitoso de la comedia El cerco de Viena, conducen a la desesperación del autor de la misma, Don Eleuterio, y la de Doña Mariquita; ninguno de los dos tendrá ya de qué vivir. En ese contexto, Leandro termina la obra con la esperanza iluminada por un Don Pedro nada indiferente a los sufrimientos de quienes en su inocencia confiaron en la sinrazón de un embaucador como Don Hermógenes, no van a poder dar de comer a su familia: “DON PEDRO.- Es menester olvidar absolutamente esos devaneos; ésta es una condición precisa que exijo de usted. Yo soy rico, muy rico, y no acompaño con lágrimas estériles las desgracias de mis semejantes. La mala fortuna a que le han reducido a usted sus desvaríos necesita, más que consuelos y reflexiones, socorros efectivos y prontos. Mañana quedarán pagadas por mí todas las deudas que usted tenga”.

CONCLUSIÓN

Es una obra sutil, ingeniosa y sencilla de crítica certera a los males de nuestra sociedad, muchos de ellos aún vigentes. Hay que advertir la carencia en cuanto a la parcialidad del mismo autor respecto al asco a la pedantería, o como el llama, eruditos a la violeta, así como al teatro popular en su degeneración última, y su amor a la ciencia y la ilustración, lo cual crea un entorno algo plano en la emotividad y el desarrollo propio de la personalidad de cada uno de los personajes. Un delicioso teatro, no obstante. Hay que saber apreciar la gran habilidad de los maestros.

martes, 13 de enero de 2009

The Spirit

FICHA TÉCNICA:
-TÍTULO: The Spirit.
-DIRECTOR: Frank Miller.
-GUIÓN: Will Eisner (autor del cómic con el mismo nombre) y Frank Miller
-REPARTO: Gabriel Macht, Scarlett Johansson, Samuel L. Jackson, Eva Mendes, Paz Vega, Jaime King, Sarah Paulson.
-PAÍS DE PROCEDENCIA: Estados Unidos.
-AÑO: 2009.
-DURACIÓN: 90 minutos.


SINOPSIS:
Un héroe enmascarado llamado Spirit (Gabriel Macht) se encarga de intentar frustrar los planes de su némesis Octopus (Samuel L. Jackson), un doctor que ha conseguido la fórmula de la inmortalidad (o su apariencia), y que intenta dominar el mundo. Para ello, tiene que beber la sangre de Heracles y ser igual de poderoso e inmortal que un dios.

FRANK MILLER Y THE SPIRIT:
Frank Miller, el supuesto heredero de Tarantino que sólo ha bebido de la sangre que manaba de sus historias, pretendía desde el principio del film centrar la atención en un personaje singular. Mediante una presentación quizá demasiado osada y confusa, llegaba con una historia de amor del personaje y la ciudad, dos desconocidos solitarios que se protegían mutuamente. Con esto, Miller se desmarca de su trabajo polifacético de Sin City e intenta desarrollar una única personalidad que atraiga al público. ¿Pero quién es Spirit sino un hombre que ha escapado de la muerte y logra escapar una y otra vez? Un policía que al morir es un conejillo de indias para Octopus y su investigación sobre la vida eterna. La construcción de un espacio mental creíble no requiere de tiempo, sino de dedicación, y no logramos saber en ningún momento quién es a pesar de lo enano de su máscara, ni meternos en su piel, salvo en contadas situaciones de tranquila narración, de soliloquio que parecen como islas disonantes con el resto del color del film y lo hacen aparecer respecto al conjunto con un toque de apariencia superficial, que sobra, que no pinta absolutamente nada.

CENTRAL CITY
Después de una hora y media de película vuelve a aparecer el amor de The Spirit. El sentido y la esencia de la película parece ser la ciudad que le da vida a este personaje. La victoria, el tiempo, las mujeres, nada puede separarlo de ella. Y conviene decir quién es ella: una inmunda ciudad oscura y pestilente donde los policías mueren a diario entre sus calles y sus múltiples crímenes. Es el paradigma de la ciudad de cómic con un enamorado que dista mucho de las posibilidades fantásticas de otros muchos héroes que han saltado al cine. La inmortalidad es el único elemento que lo hace intocable del mismo modo que lo hace con su contrario Octopus.

Pero no nos equivoquemos. Tenemos que recordar que, a pesar de ser el elemento a través del que gira toda la historia, como ocurre con Sin City, su protagonismo se reduce a nada. Son dos referencias que pretenden llenar el vacío que ha dejado el sinsentido de la lucha de Spirit. Unos ganan, otros pierden, pero la ciudad perdura. ¿Y qué? Es lo que uno se pregunta cuando se baja el telón. Central City no es más que una ciudad, y ya está.


LOS ACTORES
Gabriel Match realiza un buen Spirit. Quizá algo forzado y arquetípico en todos sus gestos, igual que Jackson con Octopus, pero yo creo que es la propia intención del director, lo cual no me parece mal.

Supongo que si tuviera que hacer hincapié en algo referente a los actores sería la total falta de aprovechamiento de las increíbles estrellas que tenía a su disposición. Las mujeres son poco menos que burdas excusas. Todas ellas podrían no aparecer y nada habría cambiado. Scarlett Johansson es Silken Floss; es una chica que lleva como decoración la aparición de Octopus en pantalla. Nada más. Paz Vega es Plaster de París, una asesina o algo así que sale y desaparece en cinco minutos. Nada más. Y Eva Mendes es Sand Sareth, alguien que desarrolla su papel como perseguidora de cosas brillantes. Nada más. No me digan que no suena profundo. La única que se salvaría es la mujer del fallecido policía en el que se ha convertido Spirit.


CONCLUSIÓN:
Cada vez estoy más desencantado por la producción actual en lo referente a filmografía.
Me sorprende que se rellene tanto tiempo con nada más que dinero, y más después de ser una película que lleva en proyecto desde el año 2.004 y cuenta con actores tan conocidos. El discípulo de Tarantino recuerda más a lo irrelevante de sus películas. Fui a verla con la mayor ilusión del mundo y me encontré con algo difícil de digerir. De ver y de digerir.

viernes, 9 de enero de 2009

Buenas noches y Buena Suerte


FICHA TÉCNICA:
-TÍTULO: Buenas noches y buena suerte (Good nigth and good luck)
-DIRECTOR: George Clooney.
-GUIÓN: George Clooney y Grant Heslov.
-REPARTO: David Strathairn, George Clooney, Robert Downey Jr., Patricia Clarkson, Frank Langella, Jeff Daniela, Tate Donovan, Ray Wise, Tom McCarthy, Matt Ross, Robert Knepper.
-PAÍS DE PROCEDENCIA: Estados Unidos.
-AÑO: 2005.
-DURACIÓN: 90 minutos.

SINOPSIS:
El periodista Edward R. Murrow, un veterano presentador de radio y televisión, protagoniza desde su programa ‘See it now’ en la CBS, con la colaboración de su compañero Fred Friendly, una campaña contra las persecuciones comunistas del senador Joseph McCarthy en una etapa conocida como la ‘caza de brujas’.

INTRODUCCIÓN:
Para enmarcar la situación política y periodística en la que se sitúa la producción cinematográfica debemos de retroceder hasta los años cincuenta, unos años en los que se temía la extensión del comunismo en EEUU y el periodismo informativo en televisión estaba todavía en su fase embrionaria. Los temores venían determinados por el contexto de la guerra fría, que enfrentaba a la superpotencia estadounidense contra la emergente URSS. Esta incertidumbre inicial desencadenó lo que denominó Murrow como la etapa del terror, de persecuciones políticas a los supuestos afiliados al partido comunista; diferentes traidores y espías que servían a la potencia soviética. El terror llega a cotas insospechadas en el momento en el que supuestos sospechosos son condenados a cumplir penas sin ningún tipo de prueba y saltándose todo tipo de procedimiento legal.

LA INFORMACIÓN LLEGA A LA TELEVISIÓN:
Posiblemente, Edward Murrow ya se consagró como comunicador cuando, en un alarde de inmediatez inédita hasta entonces, emitió con honda corta desde la primera línea del frente en Europa conexiones en directo de la Segunda Guerra Mundial. El film recoge también sus primeros documentales televisivos que sirvieron posteriormente como ejemplo a seguir por el resto de producciones audiovisuales de este tipo al introducir un rostro parlante en ellos. Esta nueva forma se llevó a cabo en una televisión que todavía tanteaba sus posibilidades informativas y de qué modo. Su programa ‘Cara a cara’, que parece un espacio de entrevistas más o menos interesantes o entretenidas de mano de Edward Murrow, pasa a convertirse en ‘See it now’ (Véanlo ahora); un tiempo de repaso analítico y crítico de declaraciones o acciones controvertidas, como la explotación ilegal de inmigrantes, y un programa en el que protagonizó el histórico enfrentamiento con el senador Joseph McCarthy. En él realizaba un montaje de las imágenes grabadas entre los tramos de discurso que prueban las fuentes en las que se basaban. Un gran paso de gigante en el que se sentaron las bases de la información sobre el compromiso y la libertad de expresión, la verdad y el rigor periodístico.

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN BUENAS NOCHES Y BUENA SUERTE:
En unos tiempos en los que cualquiera que se opusiera a las imparables iniciativas de limpieza ideológica del senador McCarthy era considerado comunista y corría peligro de cargar con duras consecuencias por ello, Murrow lanza su tiempo en televisión como una exposición de lo increíble de los hechos. Con los ideales democráticos puestos en jaque y los derechos de los ciudadanos vulnerados, el mismo periodista destaca que la mera exposición de las mismas declaraciones del senador y sus acusados era más que suficiente para informar de forma objetiva sobre la barbarie llevada a cabo por su tribunal. Los principios del periodismo televisivo nacían de este modo con un fin comprometido y en una situación controvertida, pero fiel a la verdad y lejos de la sombra de indiferencia ante el terror y el miedo de ser perseguido por la justicia por ello. Se desata de este modo las posibilidades que supone la libertad de expresión para los medios y sus consecuencias en la misma sociedad.

La campaña de Edward Murrow finalmente replanteó y cambió drásticamente muchas de las decisiones llevadas a cabo por el tribunal presidido por el senador republicano. De hecho, llega a oídos de la redacción de la CBS que los militares iban a llevar a McCarthy ante el senado por lo irregular de sus métodos y lo indiscriminado de sus ataques hacia todas las áreas de la sociedad estadounidense. Sin embargo, el suicidio de Don Hollenbeck, presentador de los informativos de la CBS, a causa de las múltiples acusaciones por parte de la prensa de su corte izquierdista y sesgado, es una de las manchas en el historial del canal en esta labor comprometida, que lleva a apartar el programa de Murrow a un espacio en la programación diaria de la televisión donde eran mucho más bajos los índices audiencia.

LA CRÍTICA A LA TELEVISIÓN DE EDWARD MURROW:
Al final y al principio de la película, el periodista que ha puesto tanto en juego por sacar a la luz información incómoda para aquellos que mueven los hilos del poder, ataca la posición que adoptan los medios respecto de la realidad. Frente a la opulencia social, la preocupación en lo que se refiere a temas comprometidos resulta problemática. La televisión se presenta como un recurso al entretenimiento, la evasión del público que la ve. Es una forma de atraer a todos aquellos que se sientan frente al tubo catódico y necesitan gastar su tiempo sin sobresaltos ni sorpresas. Ya dice Murrow que quizá lleve a esta situación la necesidad de la financiación de las empresas, por el miedo a que desaparezca la audiencia siempre tan preciada. Sin embargo, rectifica a aquellos que temen por sus beneficios y defiende con esperanza que la televisión puede añadir luz sobre muchos temas importantes para el futuro del país. Depende de aquellos que la controlan que la historia no acabe cogiendo al presente y demostrando la indiferencia acomodada a la que ha contribuido un opio más para el pueblo y la innovación. Un opio que sólo es un conjunto de cables y nada más, y sin embargo puede llegar a ser algo mucho más que eso.

viernes, 2 de enero de 2009

Leones por Corderos

FICHA TÉCNICA:

-TÍTULO: Leones por Corderos (Lions for Lambs).

-DIRECTOR: Robert Redford.

-GUIÓN: Matthew Michael Carnahan.

-REPARTO: Tom Cruise, Robert Redford, Meryl Streep, Derek Luke, Michael Peña, Andrew Gardfield.

-PAÍS DE PROCEDENCIA: EEUU.

-AÑO: 2007.

-DURACIÓN: 90 minutos.


SINOPSIS:

El senador Jasper Irving (Tom Cruise) concede una entrevista a la periodista Janine Roth (Meryl Streep) mientras el catedrático idealista Stephen Malley (Robert Redford) intenta hacer razonar a su alumno Todd Hayes y se está llevando a cabo una operación frustrada en Afganistán donde participan, caen heridos y finalmente muertos Ernest Rodríguez y Arian Finch, ambos alumnos de Malley.


INTRODUCCIÓN:

Para contextualizar un hecho real concreto, la película Leones por Corderos utiliza varios enfoques. Ése sería el tema de la película. El contexto o el marco de debate es la guerra de Afganistán, la respuesta a los ataques del 11 de septiembre y las implicaciones de la ocupación de dicho territorio por el ejército estadounidense; un conflicto que no desencadena únicamente acontecimientos en el mismo lugar del combate. La primera de las perspectivas vendría desarrollada por el Senador Jasper Irving, alguien que mueve los hilos de sus ambiciones políticas bajo las atentas preguntas de unos engatusados medios de comunicación representados por la periodista Janine Roth, el segundo punto de vista desarrollado en el film. Otro personaje, el profesor de Ciencias Políticas Stephen Malley, intenta hacer ver a su descarriado alumno Todd Hayes las consecuencias que acarrea la indiferencia generalizada ante la omnipotencia concedida a los dirigentes políticos, una tercera vía al campo descrito. La última de las perspectivas sería la de dos estudiantes alistados en el ejército y el desarrollo de un nuevo plan en la zona de combate de Afganistán. Después de la separación analítica de estos tipos de situaciones podemos encauzar la profundización en el aspecto que más concierne al mundo del periodismo que es el que nos ocupa.


EL PERIODISMO EN LEONES POR CORDEROS

El primer problema que plantea el director Robert Redford es el de cómo acceden los periodistas a la información exclusiva. Un senador llama a una periodista y le manifiesta el esfuerzo que quiere realizar por hacer llegar información actualizada y fiable a la prensa. Una hora cara a cara para sacar a la luz un nuevo plan que acabaría con el conflicto en Afganistán que ya llevaba seis años de duración y que conseguiría, según palabras del político, ganar la guerra y el corazón del pueblo. Cabe destacar el giro que quiere dar con esto el senador Irving a la visión sobre la situación en este país. La periodista Janine Roth tiene el proyecto de realizar una cronología sobre el terrorismo. El enfrentamiento de perspectivas se produce en el momento en el que ella pretende realizar la recogida de hechos de los últimos seis años y el senador afirma que los periodistas escogen de entre todos los hechos solo aquellos que les interesa sacar. Lo que quiere Irving es que la periodista olvide el trabajo en esa cronología en la que se reflejan errores pasados y mire al presente, al ahora, y para ello le proporciona los detalles y datos que necesita. El cuerpo político pretende que todo sea olvidado y se recupere la esperanza en el gobierno y sus nuevas iniciativas. Janine es el medio que tienen para transmitir ese mensaje al mundo, que cale en las masas de votantes ya algo confusos y desengañados por el conflicto en tierra afgana. En concreto consiste en la exclusiva sobre el nuevo plan del gobierno de impulsar una nueva estrategia militar a una escala menor y más especializada que lleve al contingente estadounidense a zonas elevadas y obtenga una posición mejor sobre el enemigo para poder derrotarlo.


Dado que en su mayoría se trata de información confidencial, el senador apela a la confianza de la periodista y los medios, al patriotismo americano que necesita de unidad ante el dolor y la tragedia de los ataques terroristas para la victoria de la nueva estrategia. Una confianza que ya se había otorgado a los dirigentes con motivo de los ataques a las torres gemelas. En este caso, la película deja entrever que, incluso la periodista que está realizando la entrevista al senador llevó a cabo una ciega transmisión de lo acertado de las pretensiones del gobierno dada la delicada situación que se vivía en el país. La duda surge cuando se plantea la posibilidad de que regresen los viejos errores presuntamente superados, cuando con la misma certeza con que se planteaban los planes, vuelvan a dar un resultado similar. La misma Janine insiste en poner en tela de juicio la credibilidad que le queda a un gobierno que tanto ha utilizado a la prensa, que ha intentado manipular o dar falsas esperanzas con apariencias difícilmente justificables dentro de un contexto tan dramático.


Durante la misma entrevista, va teniendo lugar el estrepitoso fracaso de la importante operación que presenta el senador a la periodista, incluso mueren dos soldados que eran alumnos de Stephen. De hecho, y por si fuera poco, la misma conversación entre Malley y su alumno ridiculiza la hipocresía de los políticos afianzada en su pragmatismo a causa del desconocimiento o la apatía del público. Ahí es donde se plantea el segundo problema para el periodismo: el contraste de las fuentes o la necesidad de la emisión de la exclusiva. ¿Cuándo es una noticia importante o constituye un cambio relevante en la realidad? ¿Cuándo se puede considerar una fuente lo suficientemente fiable como para no dudar de que, en este caso, la elección del gobierno es acertada? La información tiene escasa relevancia si va a ahondar en los mismos engaños, si va a ser un instrumento en manos de quienes quieren manipular la realidad. Janine se siente utilizada cuando llega el final de la película y se da cuenta de que en realidad no cumple con su trabajo escribiendo la entrevista. No habrá hechos verificables con ninguna información, puesto que ningún periodista podrá tener acceso a nada. La noticia termina por convertirse en cuestión de fe en los dictados del senador Irving, unívocamente unidos a los hechos.


Finalmente, Janine Roth no escribe el artículo. En las manos del periodista está eludir la información recibida o darle la mayor importancia. Y a pesar de que no suele depender tan sólo de una persona, asusta pensar la cantidad de datos que dependen de la filtración de los medios para llegar a la luz. Depende tan sólo de la elección de unos pocos (y también de su moralidad y de la solvencia de su información) determinar la falta de importancia, el engaño o lo innecesario de un tema para que no se sepa nada sobre él.


Éste es el análisis periodístico del film con todas las implicaciones que se desarrollan en él. Recomiendo encarecidamente la película a aquellos interesados en la desesperanza y esperanza estudiantil, la hipocresía más cruda en política desarrollada por un brillante Tom Cruise y sus trajines con el mundo periodístico de manos de Meryl Streep, así como también las razones que pueden mover a un profesor a cumplir bien su trabajo; un Robert Redford que reniega de los corderos que guían desde retaguardia a tales leones. Aquellos que cuando desde retaguardia ven estallar a uno de los suyos se les ocurre decir: 'Nos han arañado, pero nosotros hemos aprendido del error'.