lunes, 15 de febrero de 2010

MTV Winter. Valencia


Grupos (por orden de aparición): Fuzzy White Casters, Lightspeed Champion, Mystery Jets y Arctic Monkeys.

Lugar: Ciudad de las Artes y las Ciencias. Valencia.

Público: Según el comerciodigital.com y Qué: 35000 personas.

Fecha: 14-02-2010

Hora de inicio-final: 20:00 hrs. – 0:15 hrs.

Después de una presentación calurosa, aunque excesivamente dirigida al público quinceañero al que el reclamo de los conciertos gratuitos interesa más que la propia música, salió al escenario el grupo valenciano Fuzzy White Casters.

Fuzzy White Casters (información de los miembros del grupo obtenida de Myspace):

Victor – Voz principal, guitarra, sintetizados y teclados.
Santi – Guitarra y voz secundaria.
Johnny – Batería, voz secundaria y samplers.
Demi – Bajo y ruido en general.

El grupo entró en escena con la energía que la noche necesitaba y a pesar de la brevedad de su aportación ya que sólo interpretaron cinco temas, subieron la temperatura del festival haciendo que todo el mundo saltara y bailara al ritmo de los sintetizadores y las guitarras.

Cuando conocí sobre el escenario a Fuzzy White Casters me quedé sorprendido con su frescura y su carisma sobr

e el escenario, especialmente del cantante principal y el batería, que se movían y tocaban con la habilidad del que tiene tablas sobre el escenario, además de mucho que decir.

Hacían una mezcla muy interesante entre sonido disco de sintetizador, unido a los ritmos de batería y una voz potente. A pesar de ello se echaba en falta un toque personal del grupo, de que no se parecieran sus interludios bien a Muse, sus ritmos a Franz Ferdinand o sus estridencias a Bloc Party. Las influencias ningún grupo las puede tapar, ni las debe tapar, pero confío en que la próxima vez que los vea me sorprenderán de nuevo con un toque personal que los haga expresamente diferentes.

Lightspeed Champion (información de los miembros del grupo obtenida de www.lightspeedchampion.com):

Devonté Hynes – Voz principal.

Recogieron los de Val

encia sus petates y respectivas guitarras para que de nuevo el presentador, amigo de los niños, introdujera a Lightspeed Champion.

Este grupo empezó con canciones muy rítmicas y sugerentes, aunque el cantante y el resto del grupo parecían más interesados en llamar la atención por sus gafas antiguas y su gorra de los yanquis que en animar al público. De hecho así lo hicieron.

Después de la fuerza que había transmitido el primer grupo, Lightspeed Champion supuso una clara bajada de nivel de intensidad y por lo tanto de interés del público. Este grupo que tenía una seña propia claramente identificable, rollo happy, voz poderosa y desgarrada con una personalidad fuerte, bombo de batería a nivel de volumen diez y música de ritmos sugerentes; se encontró con un público con tantas ganas de música que parecía que los devoraba; así que decidieron amansarlo con sus temas suaves y parados.

Fue, probablemente el grupo menos adecuado para el percal que tenían en frente: jóvenes y muy jóvenes ansiosos de ritmos pegadizos y algo de caña. Sin duda este conjunto habría llamado más la atención ante público más amante de la música y menos de la fiesta, aunque la verdad que tampoco parecía que a ellos les importase.

La congregación sólo se venía arriba cuando oían nombrar a sus ídolos: Los Arctic Monkeys. Fue justo al final cuando Lightspee

d Champion, entonando (para dar entrada a una canción suya) el increíble clásico compuesto por los Ramones: Hey Ho Let’s Go, entendieron cómo debían tratar a la gente y qué es lo que debían ofrecerles si querían tenerlos en el bolsillo. Pero ya era tarde, ésa fue su última canción.


Mystery Jets (información de los miembros del grupo obtenida de Myspace):

Kapil Trivedi – Batería.

William Rees – Voz secundaria, guitarra principal y percusión secundaria.
Kai Fish – Voz secundaria, bajo y guitarra.
Blaine Harrison – Voz principal, percusión secundaria, teclados y efectos en general.
Henry Harrison

– Voz secundaria, guitarra, percusión secundaria y teclados.

Después de casi media hora de montaje que suscitó los silbidos del público, entraron en la escena los Mystery Jets. A mí, personalmente no me sonaba el nombre ni había escuchado al grupo, tampoco los que estaban situados a mi alrededor, lo que, después de la interpretación ofrecida por el segundo grupo sembró la semilla del escepticismo en si realmente iban a hacernos bailar. Bastaron las dos primeras canciones para que se oyesen rumores de: “cómo no los había escuchado en algún sitio antes”, “¡cómo molan!” etc.

El inicio de su espectáculo fue inmejorable, canciones movidas con punteos de guitarra muy pegadizos y sencillos que iban directos a las gargantas de la mayoría de asistentes al festival. Su estilo extravagante y psicodélico era acorde completamente a su música. El cantante hizo su aparición con muletas y se sentó en la banqueta que tenía preparada, lo que aportaba un toque aún más extraño a su americana azul marino y su melena ochentera. Su música era pop psicodélico puro y duro, al estilo unas veces de The Kooks y otras de MGMT con una voz que recordaba a Coldplay. Puede ser que la originalidad no fuera su meta en la vida, pero tenían bastante que decir ayer por la noche.

Siguió el concierto, y la gente se había animado, pero el grupo cometió el grave error de bajar mucho el fuelle, haciendo baladas, que además eran desconocidas porque como bien informaron al presentarlas, eran nuevas. Esto hizo que el

frío de la noche se introdujera y mezclase entre la gente. Pagaron los Mystery Jets su encuentro con un público exigente que en las últimas canciones sólo pensaba en los Monkeys y, aunque de manera minoritaria, decía adiós con la mano al grupo, mostrando su desinterés por los temas que presentaban. A pesar de todo ello abandonaron el escenario interpretando una canción que dejó un buen sabor de boca.



Arctic Monkeys:

Alex Turner – Voz Principal, guitarra.

Jamie Cook – Guitarra principal, voz secundaria.

Mathew Helders – Batería, voz secundaria.

Nick O’Malle

y – Bajo, voz secundaria.

El montaje del equipo duró aún más que el de los Mystery Jets pero a pesar de ello la gente parecía más dispuesta a esperar por sus ídolos que por cualquier otro mortal. Entre unas luces azules y una gran cantidad de humo aparecieron de uniforme los Arctic Monkeys, todos salvo Matt que iba a su bola, iban con gabardina negra y pantalones ajustados. Muy a su nuevo estilo.

Abrían la boca los asistentes para recibir la original distorsión del la guitarra que recuerda a un latigazo de Dance Little Liar, tema del último disco. Colosal. Sólo podían hacerlo ellos, empezar con una de las canciones menos conocidas del último disco y dejar al público fascinado para después enlazar sus canciones más cañeras haciendo bailar hasta a los puentes de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

La gran personalidad de los Arctic Monkeys en el escenario tenía al público constantemente emocionado, daba igual que tocaran cuatro canciones suaves seguidas, todo lo que había alrededor de los Arctic era asombro. Y ellos lo sabían, mantenían una posición chulesca como la del mago que hipnotiza, y el público se habría dejado hipnotizar toda la noche.

El espectáculo dirigido constantemente por un gurú llamado Alex Turner demostró que el cambio de imagen y estilo de los Arctic Monkeys es toda una completa muestra del camino que han elegido. La psicodelia de los primeros Pink Floyd, los de Cyd Barret, los han influido de una manera inequívoca.

Se presentaron los Arctic más oscuros que nunca, con una madurez que marca el estilo propio, el blues de la década de los dieces, la psicodelia de la nueva era ha tenido su primer manifiesto en Humbug. Qué más dan las canciones que tocaron, lo más grande de la noche fueron los intérpretes.



3 comentarios:

i e s u dijo...

1. Los Arctic Monkeys se parecen a The Bärds.

2. Veo que te están explotando. Esto no es más que el principio...

;)

Ferdy el Dandy dijo...

jajajaj en qué se parecen los Arctic Monkeys a The Bärds si lo puedo preguntar Iesu?? jejeje Realmente me dejo explotar, esto sólo es el principio de un blogger jeje Gracias por tu apoyo.

Carlos Naval dijo...

Esto sí es una crítica constructiva, cojones! jeje. Da gusto leerte, fer.