viernes, 28 de noviembre de 2008

Grandes Esperanzas




DEL PRODUCTO:

TÍTULO: Grandes Esperanzas.
EN EL IDIOMA ORIGINAL: Great Expectations.
AUTOR: Charles Dickens.
FECHAS
DE LA PRIMERA PUBLICACIÓN: de 1860 a 1861, en fascículos coleccionables; en 1861, tres tomos definitivos
DE LA EDICIÓN DE LA COLECCIÓN ACTUAL: 1998.
EDITORIAL: Primero Chapman & Hall, hoy en día Penguin, colección Penguin Classics.
TRADUCCIÓN: Ninguna (leído en Inglés).
NÚMERO DE PÁGINAS: 443.

ZOOM:
GÉNERO: Novela.
ESTILO:Memorias en primera persona.
TEMÁTICA

GENERAL: Miseria, injusticia, personalidad, arribismo, clases sociales, maltrato, infancia, juventud, prejuicios, Inglaterra victoriana, obsesiones, crítica social.
CONCRETA: Orfandad, ley y justicia en la Inglaterra victoriana, agradecimiento, prisiones, abogacía en la Inglaterra victoriana, amistad entre clases, honestidad y deseos, ilusiones, desengaños, dinero en la Inglaterra victoriana, venganzas, sensibilidad, comercio en la Inglaterra Victoriana.
CORRIENTE E INFLUENCIAS:
Realismo inglés, romanticismo.


DEL AUTOR. No creo que no sepáis nada de Charles Dickens, ¿verdad? Si no lo sabéis, salid de la cueva en la que habéis metido vuestros gustos literarios toda vuestra vida e investigad un poco. Aquí, un breve resumencito al respecto.

Charles John Huffam Dickens nació el 7 de febrero de 1812 en Porstmouth, Inglaterra, murió el 9 de junio de 1870 en su casa de Higham (Gad's Hill), en Kent, también Inglaterra, y, entre fecha y fecha, hizo cosas realmente interesantes. Por ejemplo, trabajó en un almacén de betún para ayudar a pagar las deudas de la familia cuando era un niño, trabajó en un despacho de abogados en un puesto de baja jerarquía algún tiempo después, se dedicó a escribir las sentencias del juzgado a los diecisiete años, se convirtió en periodista político en el Morning Chronicle y, eventualmente, empezó a escribir por fascículos publicados en periódicos bajo el pseudónimo de Boz, con cierto éxito. Con el tiempo, escribiría una serie muy notable de novelas y actos teatrales que se publicarían durante toda su vida y hasta hoy.

Su conocimiento de la sociedad en la que vivía y de la conducta de cuantos trataba le fueron dando un cierto prestigio como periodista, pero él se centraría más en su faceta como escritor, con un incuestionable éxito. Casado con la hija del editor del Evening Chronicle, Catherine Thompson Hogart, tuvo diez hijos; desde sus residencias en Bloomsbury y Gad's Hill, escribió durante toda su vida, tuvo amistades con actrices y personalidades, siguió publicando en periódicos, tuvo un cuervo como mascota y, diez años después de su separación, salió incólume de un accidente de tren que cercenó su carrera literaria, que casi frenó en seco tras escribir su última obra conclusa, Our Mutual Friend, y terminó con su salud. A los cincuenta y ocho años (cinco años después del accidente que, a todas vistas, le había causado un daño más profundo del meramente físico) murió en Gad's Hill.

En el Rincón de los Poetas de la Abadía de Westminster, donde algunos de los personajes más importantes de la historia inglesa descansan y son recordados, la lápida de Charles Dickens dice: "He was a sympathiser to the poor, the suffering, and the oppressed; and by his death, one of England's greatest writers is lost to the world." ("Era un amigo de los pobres, los que sufren y los oprimidos; y, a causa de su muerte, uno de los mejores escritores de Inglaterra se ha perdido para este mundo.") Sólo existe una estatua del autor, en el Parque Clark de Philadelphia (Pensilvania, EEUU), puesto que el autor pidió que no se levantara monumento alguno en su honor. Son dos detalles que explican bien la vida de este escritor, conocido por su prosa florida y maravillosamente culta, casi poética... que, en mi opinión, nunca morirá. Ya es más que un clásico, es uno de los hitos de la historia literaria de nuestra era.


DEL PRODUCTO. Great Expectations es un libro de Dickens. Dicho esto, podemos esperarnos muchas cosas: un niño, mucha injusticia, el incoherente mundo inglés del siglo diecinueve, la terrible pobreza, la suciedad y brillantez de Londres, la capital del mundo, el maltrato, los golpes de suerte fortuitos... la literatura de Dickens se mueve en historias con leit motivs claves y algo zumbones que, sin embargo, dan a la obra un sello incuestionable. Está escrito (no es una novedad) en forma de autobiografía (y, de hecho, contiene ciertos elementos autobiográficos, como tantas otras cosas, del autor); en ocasiones, es tan fácil sentirse identificado con el torturado protagonista que te deprime, el librito de marras. En fin. Gajes de leer la obra de un genio como Charles.

En el libro, que versa sobre el mundo que padece y sufre el pequeño Philip Pirrip desde su tierna infancia, en compañía de una hermana tiránica y su noble y cariñoso marido, Joe Gargery, hasta su temprana madurez, mediada por momentos de extrema miseria, moral y económica, y por súbitos golpes de suerte. Obsesión casi infantil por una bellísima dama, pena por lo dejado atrás en la forja de Joe, su protector, autocompasión por su escasa satisfacción con el mundo que le ha tocado vivir (en momentos de victoria y de derrota), todo ello con la extraña historia de un protector que prefiere permanecer oculto a toda costa. Convictos, abogados, Londres, un herrero, un secretario con lo que, a todas vistas, es una doble personalidad, una tétrica anciana que odia a los hombres, una oscura historia que conecta crímenes de sangre, secretos profesionales, fortunas personales y varias sofisticadas familias inglesas que no se llevan muy bien. Great Expectations contrapone los logros y las luchas de varios protagonistas en su búsqueda de una superior posición social o de un mayor dominio de la situación en la que se encuentran frente a los que se sienten satisfechos con lo que tienen; en ese sentido, es una historia de superación o de arribismo social frente al conformismo o el mundo cotidiano y feliz de quienes viven al día. La comparación entre su amigo Joe, y Jaggers, el abogado, podría representar un punto de partida y una meta para el joven Philip Pirrip, nuestro protagonista, quien, a raíz de un enfermizo amor por una mujer inalcanzable, decide convertirse en un caballero a toda costa, aún teniendo que abandonar al herrero que desea adiestrarle como aprendiz, Joe, y a su amiga del alma, Biddy Wopsle.

A lo largo de toda la historia, Pip busca (infeliz, miserable, triste, pero decidido) una forma de alcanzar ese deseado estatus social que le permita mejorar su posición. Por no entrar más en detalles, el chico parte de un lamentable encontronazo con un preso huído de una de las "cárceles flotantes" (los pecios) que parten hacia Nueva Gales del Sur, la colonia penal más grande de todos los tiempos (hoy conocida como Australia), y va pasado por eventos puntuales que desembocan en su transformación, durante la que no deja de reconcomer su conciencia el hecho de que desprecia lo que es Joe, la persona más amable y dulce, virtuosa y sencilla, de todas las que conoce. Tarde, pero al menos no demasiado tarde, se dará cuenta de lo que Joe es para él; lo más parecido a un padre o un hermano que tendrá jamás, áun a pesar de sus escasas luces y su timidez.

Ese equilibrio entre ambición y nostalgia es una de las grandes batallas de la historia; hay otras tramas, pero son menos emocionales, y no se ven venir a lo largo de la historia, con lo que no las contaré.


VEREDICTO. Sobresaliente obra de la literatura inglesa. Suave y sutil en sus comienzos, algo brusca en sus momentos álgidos; lenta durante su desarrollo, pero muy correcta durante las diferentes etapas de ese desarrollo, a pesar de su lentitud. Un problema clave: el final es mejorable; el mismo autor lo cambió en su versión final, pero ninguno de los dos me gusta, si es que he de dar mi opinión, además de que, en ciertos momentos, Dickens puede ser deprimente. Un punto fuerte clave: la trama es consistente, pero a un tiempo etérea; si fuera una novela policíaca, no del estilo gótico romántico que escribía Charles Dickens, habría suspense. Resumen: tras leer Grandes Esperanzas, he decidido que no quiero vivir en el siglo diecinueve inglés, pero también tengo claro que las personas que, según el insigne autor, vivían en ese Londres destartalado, son absolutamente notables. Leedlo. Pero sólo si tenéis tiempo y gusto por la literatura de hoy y de siempre.

1 comentario:

Jeromín dijo...

Mmm, interesante pequeño Xavi, no estoy muy puesto en la literatura inglesa pero esa mención al siglo XIX, me recuerda a la época victoriana, una de mis preferidas, que se me presento por primera vez cuando estudiaba a Herbet Spencer, del cual se me ha olvidado casi todo ya, jeje.

De todas formas, aunque digas que a veces se haga pesado, no me importaría leerlo, siempre me gusto el argumento de aquella pelicula que me hacía pasar las navidades de mi infancia delante del televisor.

Francamente, me lo pensare, ya me entiendes, me has intimidado con el número de páginas y todo eso. Nada más que decir, excepto que espero que te vaya bien y que nos veamos pronto, un abrazo!!!

Guau!!!